miércoles, 6 de mayo de 2015

Pedro Salinas

Biografía e Historia

Nació en Madrid en 1891 y murió en Boston en 1851.

Pedro SalinasFue un poeta español miembro de la Generación de 27, en la que destacó como poeta del amor. Profundo intelectual y humanista,
Salinas estudió las carreras de Derecho y de Filosofía y Letras. Fue lector de español en la Universidad de París entre 1914 y 1917, año
en que se doctoró en letras.

En la década de 1920 comenzó una asidua colaboración con la Revista de Occidente y fue catedrático de lengua y literatura españolas en las universidades de Sevilla y Murcia. Trabajó como lector de español en Cambridge. En este último año emigró a Estados Unidos, donde se desempeñó como profesor en distintas universidades, y allí vivió hasta su muerte, salvo algunos períodos en que dictó clases en la Universidad 
de San Juan de Puerto Rico.

Poeta subjetivo, heredero de la tradición amorosa de Garcilaso de la Vega y de Gustavo Adolfo Bécquer, el gran tema de su poesía fue el amor, a través del cual matizó y recreó la realidad y los objetos. En su producción se pueden distinguir tres etapas. La primera, de poesía pura, influida por Juan Ramón Jiménez, abarca desde los inicios hasta 1931.


La segunda alcanza hasta 1939 y fue la de la poesía genuinamente amorosa, fruto de su apasionada relación con la profesora norteamericana Katherine Whitmore. En ella celebra el amor que da sentido al mundo; la amada es una criatura concreta, en un espacio cotidiano, con la que el poeta mantiene un coloquio continuo. El amor de su lírica no es atormentado y sufrido; es una fuerza prodigiosa que da sentido a la vida (La voz a ti debida, 1933; Razón de amor, 1936 y Largo lamento, 1939).


Las obras de esta etapa se nutren de una lírica en segunda persona, vocativa, dirigida a la imagen de la amada, envuelta en las circunstancias externas de la vida actual: relojes, teléfonos, playas, calles, publicidad, automóviles y calendarios aparecen en tal poesía cambiados y transfigurados. La mujer es vista es una perspectiva de proximidad, como una amiga que se convierte en amada al contemplarse reflejada en el "espejo ardiente" que el amor le ofrece. Tal actividad poética, en la que se utilizan elementos métricos muy tenues y leves (metros cortos, con asonancias de una gran flexibilidad, que subrayan el ritmo interno de las metáforas, las ideas y la fluida elocución), halla su mejor representación en La voz a ti debida, obra que ha influido profundamente en la poesía española.

¿Qué pájaros?

¿El pájaro? ¿Los pájaros?
¿Hay sólo un solo pájaro en el mundo
que vuela con mil alas, y que canta
con incontables trinos, siempre solo?
¿Son tierra y cielo espejos? ¿Es el aire
espejeo del aire, y el gran pájaro
único multiplica
su soledad en apariencias miles?
(¿Y por eso
le llamamos los pájaros?)
¿O quizá no hay un pájaro?
¿Y son ellos,
fatal plural inmenso, como el mar,
bandada innúmera, oleaje de alas,
donde la vista busca y quiere el alma
distinguir la verdad del solo pájaro,
de su esencia sin fin, del uno hermoso?


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